Por: Roosevelt Castro B. La luchadora Jacqueline Rentería Castillo, medalla de bronce en Beijing 2008, es una abanderada de la justicia. Y no solo es por sus estudios de derecho en la Universidad Javeriana de Cali, sino porque ha vivido en carne propia las injusticias que se cometen con su barrio natal de la capital vallecaucana y con el deporte de sus afectos.
Siloé, un barrio deprimido de la comuna 20 de Cali, vio nacer a la tercera hija de José Rentería, un obrero de la construcción, y de Delia, ama de casa, el 23 de febrero de 1985. Cercano a la Unidad Deportiva Alberto Galindo Herrera, lugar que sirvió de catalizador de la violencia y bálsamo para muchos niños sedientos de la gloria deportiva.
“La gente estigmatiza y sataniza a este hermoso sitio. Es un barrio donde hay violencia, como en muchos de estratos medios bajos y bajos de las grandes ciudades del país. Allí hay mucho calor humano y gente muy valiosa”, recalcó Jacqueline con la misma vehemencia que enfrenta sus competencias.
El pasado domingo, luego del preselectivo a los Panamericanos, la hija de Siloé abandonó la concentración, y ayer alzó su voz en contra de la dirigencia deportiva y se sintió maltratada por lo que consideró los “malos manejos” en la Federación del deporte que la apasiona. “Quiero que me respeten a mi y a mis compañeros. Estoy inconforme con los malos manejos de la Federación Colombiana de Lucha. No siento su respaldo, por eso no quiero estar más con la Selección. Hay mala gestion. Con la beca de solidaridad olímpica que tengo del Comité Olímpico Internacional quiero seguir mis entrenamientos, porque mi sueño está en Londres 2012”, expresó molesta la luchadora olímpica del país.
“Confío en mi entrenador Víctor Hugo Capacho. No confío en los entrenadores nacionales, tampoco en la presidencia de la Federación, si que menos en los árbitros nacionales, que favorecen, con sus decisiones, a muchas ligas. Me dejaron abandonada cuando me lesioné del ligamento cruzado anterior”, manifestó la deportista.
“Acto de indisciplina”: Echeverry
Como un “acto de indisciplina” calificó la presidente de la Federación Colombiana de Lucha, Fanny Echeverry, el abandono de la concentración de la Selección por parte de la deportista Jacqueline Rentería. “Siempre hemos respaldado el trabajo de nuestros entrenadores. La Selección Colombia no es de Antioquia. Ahí están los videos para que los vean y miren que los árbitros actuaron bien en este chequeo para escoger nuestros representantes. Es que nos critican porque nos traímos la Federación para Antioquia, después de estar en el Valle por más de 50 años”.
“Mañana (hoy), en el Comité Olímpico Colombiano, hablaré del inconformismo de la deportista, que lo considero como un acto de indisciplina, y de los presupuestos que tenemos asignados no solo para la preparación de nuestro deportistas, sino para la realización de los eventos deportivos de nuestro calendario”, puntualizó la máxima dirigente de la lucha olímpica del país.
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