Por: Roosevelt Castro B.
Nada retrata más al pesista José Gabino Mena Moreno que su signo zodiacal. Nacido baja la constelación de piscis, un 8 de marzo de 1994, es, según los entendidos de los astros, en su aspecto positivo: muy imaginativo, sensible, amable y tiene compasión hacia los demás. Asimismo, en su aspecto negativo no asume la realidad, es idealista, se deja llevar por los demás, tampoco le gusta ser criticado o escuchar a personas pedantes o creídas.José Gabino es un talento natural. Su fuerza descomunal no es producto del azar. Aún recuerda sus largas jornadas en la plaza de mercado de Apartadó, cuando fungía como cotero para levantar el peso de la economía familiar. Es que su prematura madurez lo cogió viajando del Chocó a Urabá con su madre María Antonia Moreno, una hacendosa ama de casa madre de diez hijos, de los cuales José ocupa el noveno puesto.
Desde los siete años está cargando con el peso del hogar. No sabe de su lugar natalicio en el Chocó o no quiere recordarlo. Su talento fue descubierto por su “profe” de la primaria Giovanni Moreno Lara. Después lo vieron los búlgaros y lo trajeron para la escuela de levantamiento de pesas de la Liga seccional.
“Yo no quise entrar a ese deporte, pero viendo que lo hacía bien le fui poniendo moral. Gracias a él pude representar al Departamento y al país en el exterior”, expresa con orgullo este estudiante de octavo de secundaria en la Institución Educativa Marco Fidel Suárez y medallista de los Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur, el año pasado.
Otra de sus motivaciones es su hijo Andrés, próximo a cumplir un año el 3 de marzo. Gabino entiende lo que es ser un padre responsable. “A la mamá la conocí en el colegio. Es que uno puede tener 30 ó 40 hijos, pero si no tienes el sentido de la responsabilidad no servís en la vida”, concluyó el joven pesista antioqueño, con una sonrisa enorme.
Desde los siete años está cargando con el peso del hogar. No sabe de su lugar natalicio en el Chocó o no quiere recordarlo. Su talento fue descubierto por su “profe” de la primaria Giovanni Moreno Lara. Después lo vieron los búlgaros y lo trajeron para la escuela de levantamiento de pesas de la Liga seccional.
“Yo no quise entrar a ese deporte, pero viendo que lo hacía bien le fui poniendo moral. Gracias a él pude representar al Departamento y al país en el exterior”, expresa con orgullo este estudiante de octavo de secundaria en la Institución Educativa Marco Fidel Suárez y medallista de los Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur, el año pasado.
Otra de sus motivaciones es su hijo Andrés, próximo a cumplir un año el 3 de marzo. Gabino entiende lo que es ser un padre responsable. “A la mamá la conocí en el colegio. Es que uno puede tener 30 ó 40 hijos, pero si no tienes el sentido de la responsabilidad no servís en la vida”, concluyó el joven pesista antioqueño, con una sonrisa enorme.
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