miércoles, 30 de noviembre de 2011

¡Jaque a la deshonestidad!

Aura Salazar encarna los verdaderos valores del "deporte ciencia", especialmente los del juego limpio.
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El caso de la ajedrecista antioqueña Aura Salazar pone en tela de juicio los postulados de integridad y de transparencia en el deporte, donde cobra vigencia el principio malsano de que “hay que ganar a como dé lugar”.
Roosevelt Castro B.

Cuando Aura Cristina Salazar Cardona empacó su fichero y su tablero para su viaje que la llevaba al Mundial de Ajedrez Sub 16, en Caldas Novas, Goías, Brasil, iba con una convicción y una consigna en su mente: ¡ganar!
Sí, la preadolescente “Inteligente, con temperamento fuerte, cariñosa, buena hija y buena estudiante, seria para todo lo que hace y exageradamente perfeccionista”, como la “retrató” su madre Marina Cardona fue a defender sus principios y valores paternos en la tierra de la samba y de Pelé.
"No se dejó ganar"
“Soy una deportista con carácter, correcta, que lucha por sus objetivos y se esfuerza para ello”, es como se autodefine la ajedrecista antioqueña.
Aura llegó a su última partida con la misma convicción: triunfar para lograr el título mundial. Siendo coherente con sus principios la envigadeña enfrentó a Paula Rodríguez. La cundinamarquesa perdió la partida y la posibilidad de ser la reina del ajedrez mundial, ante la compatriota Aura y abrió la polémica en el juego ciencia nacional. La bielorrusa Nastassia Ziaziulkina se quedó con el título tras vencer a la colombiana Melissa Castrillón.
Salazar Cardona, quien derrotó en la última jornada a Rodríguez, solo perdió ante la ucraniana Marja Tantsiura e hizo tablas con la peruana Cecilia Casusol. De resto, fueron siete triunfos ante ajedrecistas de Alemania, Italia, Rumania, País de Gales e India.
“Debo confesar que tengo un sinsabor por lo que sucedió en el Mundial Sub-16 de ajedrez pero debo reconocer el juego limpio de Aura Salazar. Muchos saldrán a tildarla de apátrida, de poco solidaria, de individualista y mil calificativos más”, manifestó el periodista Diego Londoño, experto en el deporte de los alfiles, las torres y los caballos.
“Reconozco en Aura a ese deportista que es coherente con sus principios, que tiene esa mentalidad de ganadora independiente de la nacionalidad del rival. Yo también quería que ganara una colombiana, entendiendo que tener una campeona mundial podría darle al ajedrez el apoyo que hasta ahora no ha tenido por parte del Estado y las empresas privadas. Pero es duro estar en la posición de Aura, agregando y aclarando que ella también tenía chances de ser campeona y por eso se la jugó ante Paula”, expresó Londoño.
A esta deportista con carácter, correcta, que lucha por sus objetivos y se esfuerza para ello hay que seguir apoyándola. “No acaben con la dignidad de Aura, quien demostró el espíritu competitivo y mentalidad de ganadora de la que carecen muchos deportistas colombianos”, concluyó Carlo Giovanni Vittorino, entrenador de Aura y la Liga de Ajedrez de Antioquia.

Carta abierta
Los padres de Aura Salazar, Marina Cardona y Augusto Salazar, han autorizado a publicar una carta suya sobre el tema.
“Algunos quieren destruir a mi hija, no piensan en Aura como persona ni deportista, solo querían el título de cualquier forma. ¿Por qué tenía que dejarse ganar y renunciar a sus propias posibilidades de ser campeona? Que alguien me explique por qué el jugar a ganar es algo indebido porque no lo entiendo.
¿Desde cuándo el ganar es el elemento a criticar y no el jugar a perder, a no ganar? En nuestro hogar les hemos enseñado a Aura Cristina y a Mónica (ambas ajedrecistas pero antes que eso personas) el respeto a los demás y a sí mismas, a ser honestas y parte de eso tiene que ver con lo que Aura muestra cuando juega ajedrez. Y ser honesto es dar todo en cada torneo, sin mirar si a quien se enfrenta es a su amiga, compatriota, extranjera o desconocida.
¡Qué gran contradicción en la que caen quienes critican cuando alguien no se esfuerza por sus logros! Aura se sacrifica horas entrenando, jugando torneos, ha dejado parte de su infancia y adolescencia en los tableros de ajedrez. No, ella no es una mala persona y no es justo que quieran acabarla con sus palabras destructivas. A mi hija le enseñé a ser honesta, no puedo ahora venirle a decir que entregue sus opciones, que claudique cuando su mentalidad es la de ganar, que es algo fundamental en un deportista que juegue limpio.
¿Pedirle a mi hija que diera el punto o las tablas? Sería mejor que dejara de entrenar, ¿para qué prepararse si cuando tienes la opción no luchas hasta el final?
Si vamos a buscar “culpables” de que Colombia no sea campeón del mundo, ¿qué diríamos?: ¿qué es Melissa por no ganar?, ¿Paula por no ganar?, ¿O Aura por ganar? Si se llegó a la última ronda con opciones de título para Colombia fue, precisamente, porque mi hija fue la única en vencer a la que luego sería la campeona. ¿Cuál es el crimen que cometió Aura? ¿Ganarle a la bielorrusa para que Colombia llegara con opciones de título a la última ronda?
Yo no voy a hablar mal de Paula, mal haría en negar su gran talento y dedicación. Veo en ella cosas que veo en mi hija, como el espíritu de ganadora y, en lo que he podido conocer, una gran mujer como lo es Aura Cristina, entonces sería absurdo hablar mal de Paula. Seguramente, ella hubiera hecho lo mismo que Aura estando en su lugar y si no no me sentiría el digno padre de una deportista a la que le regalaron un punto y que es campeona por un regalo: al menos no va con mis principios el que nos regalen y más cuando todo lo que Marina (mi señora y madre de Aura), mis hijas y yo, lo hemos luchado.
¡Qué paradójico!, se menciona al ajedrez como una herramienta para inculcar valores y actitudes de bien a nuestros hijos pero cuando muestran tener esos valores muchos nos los atacan como si fueran delincuentes. Apoyamos a nuestra hija y más en este momento donde muchos la han maltratado. ¿Qué hizo de malo mi hija? ¿Dar todo en cada partida? ¿Acaso no es ese el espíritu deportivo que tanto reclaman? Quienes la conocen saben la clase de mujer que es Aura Cristina. Les escribe un orgulloso padre de una niña, de una muy buena niña.
Augusto Salazar, padre de Aura Cristina Salazar Cardona.

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