"El viaje a Australia me abrió mucho la mente y me ayudó a mi formación profesional": Álvaro Contreras.....................
Roosevelt Castro B.
Dice el viejo aforismo árabe que “los hijos se parecen más a su tiempo que a sus padres”. En el caso del baloncestista cucuteño Álvaro Contreras Sandoval parece que ocurre lo contrario: ama los deportes, especialmente el baloncesto, y la administración de empresas, herencias de sus progenitores.
Sí, el hijo de Álvaro Contreras Rozo, licenciado en Educación física, y de Tula Sandoval Sarmiento, administradora de empresas, contradice este proverbio árabe.
“Mis inicios se remontan al Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Cúcuta. También estuve en la selección Norte de Santander donde fueron mis primeros pasos, con mi padre”, recuerda el deportista, nacido en Cúcuta, Norte de Santander, el 27 de junio de 1984.
Cambio de divisa
El profesor Luis Fernando Montoya descubre su potencial y lo invita a cambiar los colores rojos y negros por los blancos y verdes de Antioquia, cuando solo contaba con 15 años de edad.
“El profesor Montoya, en ese entonces director técnico de Antioquia, me ofrece estudiar becado en un colegio aquí en Medellín y que me viniera con mi familia, para que jugara con Antioquia y desde 1999 estoy aquí”, rememora el mayor entre dos hermanos de la familia Contreras Sandoval.
Recala en Medellín para jugar con la selección prejuvenil de Antioquia y alterna sus estudios, inicialmente en El Salesiano El Sufragio y luego en el Colego San Carlos, con los entrenamientos y los partidos, al lado de Juan Diego Tello, ahora en el exigente baloncesto español, y con el profesor Albeiro Rojas.
Recién graduado de bachiller, en el 2001 es convocado a la selección Colombia juvenil de la cesta, al mando de Yesid Rivero, y como la concentración era permanente decide quedarse viviendo en Bogota. Allí juega con el equipo Piratas durante 3 temporadas.
Para el segundo semestre de 2004, regresa a Medellín y decide continuar sus estudios de administrador de empresas en la Universidad de Medellín. “Escogí la carrera de mi mamá, me pareció bonita. La inicié en Bogotá, pero por tantos compromisos con la selección Colombia y con Piratas opté por pararla. Luego la retome acá en Medellín, la paré en el 2008 para jugar con el equipo de Cúcuta, mi ciudad natal, donde salimos campeones. El año pasado volví a pararla porque me salió una bonita oferta de Australia y ahora estoy a punto de graduarme”, manifiesta el jugador del “Orgullo Paisa” y de la Universidad de Medellín en estos Juegos Nacionales Universitarios.
El soltero y habitante del barrio Laureles vive agradecido con Dios y su familia. “Le agradezco a Dios por tantas bendiciones y oportunidades que me ha brindado. Igualmente a mis padres que me han respaldado y apoyado siempre, por eso les pido a les dirigentes del deporte más compromiso y apoyo con el baloncesto desde la base, porque aquí tenemos mucho potencial”, concluye el amante de la comida picante mexicana
Sí, el hijo de Álvaro Contreras Rozo, licenciado en Educación física, y de Tula Sandoval Sarmiento, administradora de empresas, contradice este proverbio árabe.
“Mis inicios se remontan al Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Cúcuta. También estuve en la selección Norte de Santander donde fueron mis primeros pasos, con mi padre”, recuerda el deportista, nacido en Cúcuta, Norte de Santander, el 27 de junio de 1984.
Cambio de divisa
El profesor Luis Fernando Montoya descubre su potencial y lo invita a cambiar los colores rojos y negros por los blancos y verdes de Antioquia, cuando solo contaba con 15 años de edad.
“El profesor Montoya, en ese entonces director técnico de Antioquia, me ofrece estudiar becado en un colegio aquí en Medellín y que me viniera con mi familia, para que jugara con Antioquia y desde 1999 estoy aquí”, rememora el mayor entre dos hermanos de la familia Contreras Sandoval.
Recala en Medellín para jugar con la selección prejuvenil de Antioquia y alterna sus estudios, inicialmente en El Salesiano El Sufragio y luego en el Colego San Carlos, con los entrenamientos y los partidos, al lado de Juan Diego Tello, ahora en el exigente baloncesto español, y con el profesor Albeiro Rojas.
Recién graduado de bachiller, en el 2001 es convocado a la selección Colombia juvenil de la cesta, al mando de Yesid Rivero, y como la concentración era permanente decide quedarse viviendo en Bogota. Allí juega con el equipo Piratas durante 3 temporadas.
Para el segundo semestre de 2004, regresa a Medellín y decide continuar sus estudios de administrador de empresas en la Universidad de Medellín. “Escogí la carrera de mi mamá, me pareció bonita. La inicié en Bogotá, pero por tantos compromisos con la selección Colombia y con Piratas opté por pararla. Luego la retome acá en Medellín, la paré en el 2008 para jugar con el equipo de Cúcuta, mi ciudad natal, donde salimos campeones. El año pasado volví a pararla porque me salió una bonita oferta de Australia y ahora estoy a punto de graduarme”, manifiesta el jugador del “Orgullo Paisa” y de la Universidad de Medellín en estos Juegos Nacionales Universitarios.
El soltero y habitante del barrio Laureles vive agradecido con Dios y su familia. “Le agradezco a Dios por tantas bendiciones y oportunidades que me ha brindado. Igualmente a mis padres que me han respaldado y apoyado siempre, por eso les pido a les dirigentes del deporte más compromiso y apoyo con el baloncesto desde la base, porque aquí tenemos mucho potencial”, concluye el amante de la comida picante mexicana
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