sábado, 23 de julio de 2011

María Alejandra y Yileni: dos destinos y un camino

María Alejandra Arias Ayala y Yileni Martínez Galindo, no se conocen porque viven en barrios diferentes de Medellín, pero las une un cordón umbilical: el Clásico Nacional de Ciclismo Infantil.



Roosevelt Castro B.


La fiesta de la carrera ciclística de niños se vive en todas las geografías del mundo. Entre nosotros, pequeños infantes de Nariño, Valle, Sucre y hasta bolivianos hacen de este certamen un intercambio cultural de alegrías y de sueños en los niños participantes.
La historia de María Alejandra Arias Ayala y Yileni Martínez Galindo es muy similar a la de muchos niños del orbe, impregnada con magia, sonrisas y dulces.
Ambas correrán en la categoría Ternura. Las dos viven en barrios de los que los sociólogos llaman como “subnormales” y que los habitan personas que contribuyen con su trabajo a transformar el mundo, llenos de padres amorosos con sus hijos y de sudor de salario mínimo.
María Alejandra, la novata
Su nombre María significa “la elegida, la amada de Dios” es de de origen hebreo y Alejandra viene del griego y quiere decir “la protectora”.
En la pequeña niña del Barrio Antonio Nariño, ubicado en la comuna 13 de Medellín, se cumplen los principios bautismales de sus nombres.
María es una niña que no solo es amada por Dios si no por padres Gustavo Adolfo, un expendedor de carnes, y Johana, una hacendosa ama de casa. Es que como única hija goza de los privilegios de una niña amada y amorosa.
Eleva sus sueños infantiles en la Guardería Las Cometas, juguetea con su amiga Darling Rubio, con quien comparte sus series favoritas como Puca, Fresita y Mickey Mouse.
“Yo voy a participar por primera vez en la etapa, en la bicicleta que me trajo el Niño Dios el año pasado”, dice María Alejandra, mientras mastica un chicle.
“Mi vecina, Gloria Patricia Serna, nos animó para que inscribiéramos a la niña. Así lo hicimos y de aquí del barrio llevamos 25 niños y los vamos a acompañar”, manifiesta Johana Ayala, la madre de la niña nacida el 7 de octubre de 2006.

Yileni recibe sonriente su camiseta que la acredita como una de las participantes del XXII Clásico Nacional de Ciclismo Infantil. Atenta mira su madre Yaqueline Galindo.
Yileni, la experta.
El 3 de enero de 2006 viene al mundo Yileni Martínez Galindo, del hogar conformado por William Dario, vigilante privado y de Yaqueline, estilista profesional.
Vive en Manrique Oriental con su hermana Yeraldine. Estudia transición en la Corporación Creando Futuro, adscrita al programa Buen Comienzo de la Alcaldía de Medellín.
“Ya he participado en cuatro ocasiones en esta bonita carrera”, expresa la chiquilla. “Al principio corrió en un triciclo, luego en una bicicleta de segunda y el año pasado el papá le regaló una con motivo del día del niño”, replica su madre.
“Igualmente, y por sus buenas calificaciones, mi esposo le dio una bicicleta todo terreno a la mayorcita y con ella viene participando desde el 2006”, explica Yaqueline.
“Nosotros nos enteramos del Clásico por mi vecina Noelia Caldera. Ella trabaja en una empresa de confecciones y nos participó de los cupones de inscripción. Los llenamos y ya somos parte de este certamen tan bonito de ustedes”, recalca la madre de Yileni y Yeraldine.
“Cuando sea grande quiero ser pediatra para curar a todos los niños como yo”, concluye Yileni.
Así, en todos los barrios y lugares de Medellín Antioquia, Colombia y el mundo, se vive la fiesta de los pedales y los valores, con Clásico Nacional de Ciclismo Infantil, que organiza el Periódico EL MUNDO.

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