lunes, 16 de mayo de 2011

Stefany, una 'revolucionaria' del BMX

Con "esfuerzo y sacrificio" como su lema, Stefany Hernández Mendoza quiere llegar a Londres 2012 para cumplir su sueño olímpico.

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Es la mejor élite femenina de Venezuela. Con tan solo 20 años de edad, piensa que ha vivido mucho, por sus múltiples experiencias con el bicicross. Con desparpajo cuenta su historia de vida para EL MUNDO.

Por Roosevelt Castro B.

Dicen los viejos cánones del periodismo que ‘el periodista no debe calificar’, pero, y en el caso de Stefany Hernández Mendoza, la mejor bicicrosista ‘patriota’, la tercera en el escalafón latinoamericano y la octava en el europeo, cómo no hacerlo. Descomplicada, jovial, alegre, extrovertida, abierta, locuaz, sincera, valiente y sin pelos en la lengua, son algunos de los muchos adjetivos que le podemos dar a esta deportista venezolana, nacida en Puerto Ordaz, el 15 de junio de 1991, bajo la constelación de géminis.
Así es Stefany, la niña y tercera de una familia que transpira BMX. Un hogar conformado por Juan, ingeniero industrial, Carmen, ama de casa, y dos hermanos, John y Teddy. “Mi padre y mis hermanos compitieron mucho tiempo y yo los veía correr. Todavía recuerdo cuando mi madre me llevaba en su cochecito y yo quería salirme de él y montarme en las bicicletas de ellos”, evoca entre risas la bicicrosista venezolana.
Y el ingreso al mundo de los pedales no se hizo esperar. Sus padres le regalan una bicicleta cuando solo contaba con dos años. “Fue el traído del Niño Dios. Más que una bicicleta era triciclo de esos de ‘la Sirenita’ de color fucsia y me lo gocé mucho, ya que después, y en otras navidades, mis padres me traían muñecas y yo les quitaba la cabeza y les decía: ¡Ay se murió!”, rememora Stefany con una risa permanente.
La niñez y preadolescencia de la inquieta mujercita transcurren en las pistas del bicicross y en diferentes escuelas y colegios de su ciudad natal. “A mí no me han gustado las injusticias. Siempre he defendido los derechos de las personas, porque creo que todos merecemos el mismo trato, por eso me echaron de la escuela Fe y Alegría, del Colegio Jesús Obrero y logré terminar mi secundaria en el de Nuestra Señora de Lourdes. Me han calificado como una revolucionaria”, dice mientras lanza una risotada y le pega un mordisco a su hamburguesa.
“Por ello pienso estudiar ciencias políticas y administrativas, para convertirme en una persona que contribuya con el mejorestar de las personas. Y de pronto, por qué no, convertirme en la primera presidente de mi país”, afirma, entre risas la mejor, bicicrosista élite ‘patriota’.
El mundo del BMX la lleva al equipo francés Redline Lyon Dardilly. “En mi Primera Copa del Mundo fui a correr a Francia, hace dos años. Allí me vieron, les gustó mi estilo y decidieron llevarme, a pesar de sufrir una caída en semifinales”, dice con orgullo Stefany, la devoradora de kilómetros en las pistas del orbe, de libros de Paulo Coelho y de arañas monas, alacranes y ancas de rana, en el variopinto paisaje cultural y gastronómico que ha tenido, de los diferentes países que ha visitado.
Ahora en el XXIII Panamericano y II Suramericano de Bicicross que se realizan en Bello, Antioquia, quiere mostrar todas sus capacidades y demostrar por qué es la número uno del BMX venezolano. “Soy muy competitiva, me gusta mucho ganar, por eso me preparo a conciencia para llegar a mi gran sueño: una olimpiada”, concluye Stefany Hernández Mendoza.

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