Sebastián, un gigante de los clavados

A la espera de dar el gran salto a una olimpiada, Sebastián Villa Castañeda llega a los Panamericanos de Guadalajara, México, luego de conseguir su cupo en el Campeonato Nacional Interligas de clavados que termina hoy.

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Su nombre es Sebastián Villa Castañeda y su vocación, los clavados

Por. Roosevelt Castro B.

Su madre Olga Patricia pasa silenciosa y casi desapercibida en el foso de clavados del Complejo Acuático César Zapata. Ella funge como asistente de las estadísticas del Campeonato Nacional de Clavados. Él, con gafas oscuras, espera sin impacientarse en un costado el llamado para la ceremonia de premiación. Por el sonido interno del escenario se escucha: ¡Premiación prueba número 7, trampolín un metro, varones mayores. Medalla de bronce Cristian Camilo Arayón, del Valle, medalla de plata Juan Pablo Villada, de Antioquia y medalla de oro para Sebastián Villa, de Antioquia!.
No hay mucha bulla, solo una sonrisa enorme del deportista. “Esto es fruto del esfuerzo y del ánimo con que me levanto todos los días a entrenar, porque siempre hay un motivo para luchar por mi sueño”, dice con voz entrecortada el joven clavadista, nacido el 21 de febrero de 1992.
Su menuda figura, su corta estatura de 1,64 mt y su piel morena, no pasan desapercibidas en este gran clavadista colombiano. “Un día en el 2000 estaban buscando talentos para los clavados. Por ese entonces yo recibía clases de natación en las piscinas de la Universidad de Antioquia, fui, ensayé y me quedé”, recuerda el habitante de la Loma de las Brujas, en Envigado.
Los fuertes entrenamientos con Diego Monsalve, su primer tutor en los clavados, casi lo hacen desistir. “Al principio me tocó muy duro porque Diego era muy exigente en las prácticas”, comenta el estudiante de once de bachillerato del Centro de Enseñanza Latinoamericano, Cenla.
Ahora, con el objetivo cumplido, Sebastián Villa Castañeda enfoca su talento en el Mundial de Shangai, China, y en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, México. “Quiero llegar en plenitud de mis condiciones y entregar lo mejor de mí porque quiero llegar a Londres 2012”, afirma el novio amoroso de la voleibolista Daniela Restrepo.
Es que a sus 19 años recién cumplidos, Sebastián, al igual que muchos deportistas del orbe, tiene sueños olímpicos. “Desde que inicié mi carrera deportiva hace diez años he sido campeón nacional y aunque me mantenga adolorido lucharé por llegar bien lejos en los clavados”, dice el segundo entre tres hermanos de la familia Villa Castañeda.
Mientras dedica su tiempo a ver películas de acción, comer fresas, mango o kiwi, y visitar a su noviecita en Laureles, Sebastián clava su mirada en Londres 2012 y agradece a Dios y a sus padres Hernán y Olga, todo lo bueno que le han dado.