Marcia Andrade juguetea con su hijo Diego Arturo, en compañía de su esposo Ricardo Robertty. La pareja de esposos y luchadores venezolanos,compiten en el XXXI Campeonato Panamericano de Lucha Olímpica, categoría mayores, que culmina hoy en Rionegro, Antioquia.Marcia Andrade es una de las luchadoras más relevantes de Venezuela. Viene a ganarse una de las casillas para los Panamericanos de Guadalajara, México, luego de tener a su bebe Diego Arturo.
Por: Roosevelt Castro B.Los entrenamientos transcurren con normalidad y sin interrupciones, en el Coliseo “El Cielo” de Rionegro, Antioquia. Un frío que cala los huesos. Venezuela, Ecuador y Canadá, tres de las 20 delegaciones participantes en el XXXI Campeonato Panamericano de Lucha Olímpica, categoría mayores, se preparan con intensidad. A un costado, un coche con un bebé pasa desapercibido para muchos de los deportistas, menos de sus padres los luchadores venezolanos Ricardo Robertty y Marcia Andrade. De él emerge la fina figura de Diego Arturo, un varoncito de once meses, producto del amor de los deportistas ‘patriotas’.
Ricardo es de Acarigua, estado de Portuguesa. Marcia Andrade, es de Cumaná, estado de Sucre. A los dos los unió la lucha olímpica, hace ya diez años. De esa unión nace Diego Arturo, su primogénito.
“Este es nuestro niño”, dice con orgullo Marcia, mientras lo llena de besos y caricias.
A la luchadora venezolana, la noticia del embarazo de su hijo la cogió en los preparativos de su tercer ciclo olímpico, luego de se exitoso paso por Beijing, 2008. “Estábamos en Ecuador preparándonos en la altura para asumir las competencias de los Juegos Bolivarianos realizados en Sucre, Bolivia, a finales del 2009, cuando yo me sentí mareada y no le puse mayor atención. En plena competencia de los Juegos también sentía los mismos síntomas, no obstante seguí y pude conseguir el oro para mi país, sin saber que estaba en embarazo. Cuando llegué a Cumaná, Ricardo y yo nos enteramos que íbamos a ser padres. Fue una alegría indescriptible”, dice la deportista mientras emplea unos minutos del entrenamiento para sacar de la cuna a su pequeño niño.
Con Diego abordo, Marcia no pudo participar en los torneos del ciclo olímpico del año pasado, como los Juegos Suramericanos en Medellín y los Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez, Puerto Rico, pero eso no la desanimó. “Mi hijo nace el 25 de junio y es la mejor medalla de oro que he ganado y el más grande regalo de Dios que he recibido. Claro que tampoco dejé mis entrenamientos y hasta los últimos días estuve preparándome y eso me sirvió para tener un embarazo muy normal y tranquilo”, expresa con alegría inmensa la mejor luchadora ‘patriota’, en la categoría 55 kilogramos.
“Lo bauticé con el nombre de Diego porque sé que hay muchos deportistas famosos con ese nombre, como Maradona y Arturo, porque conozco que es un rey”, explica Marcia, mientras llena de caricias a su niño de escasos once meses de vida.
Lo que no sabe Marcia es que Diego también significa “que es muy instruido”, y es de origen griego. Igualmente, que Arturo quiere decir “fuerte como un oso” y su origen es celta. Y que en esta luchadora venezolana, se fusionan estos dos significados.
El fruto del amor de los dos excelentes luchadores del vecino país, vino para darle la “mejor de las suertes” a sus padres, en el XXXI Campeonato Panamericano de Lucha Olímpica, categoría mayores
Ricardo es de Acarigua, estado de Portuguesa. Marcia Andrade, es de Cumaná, estado de Sucre. A los dos los unió la lucha olímpica, hace ya diez años. De esa unión nace Diego Arturo, su primogénito.
“Este es nuestro niño”, dice con orgullo Marcia, mientras lo llena de besos y caricias.
A la luchadora venezolana, la noticia del embarazo de su hijo la cogió en los preparativos de su tercer ciclo olímpico, luego de se exitoso paso por Beijing, 2008. “Estábamos en Ecuador preparándonos en la altura para asumir las competencias de los Juegos Bolivarianos realizados en Sucre, Bolivia, a finales del 2009, cuando yo me sentí mareada y no le puse mayor atención. En plena competencia de los Juegos también sentía los mismos síntomas, no obstante seguí y pude conseguir el oro para mi país, sin saber que estaba en embarazo. Cuando llegué a Cumaná, Ricardo y yo nos enteramos que íbamos a ser padres. Fue una alegría indescriptible”, dice la deportista mientras emplea unos minutos del entrenamiento para sacar de la cuna a su pequeño niño.
Con Diego abordo, Marcia no pudo participar en los torneos del ciclo olímpico del año pasado, como los Juegos Suramericanos en Medellín y los Centroamericanos y del Caribe en Mayagüez, Puerto Rico, pero eso no la desanimó. “Mi hijo nace el 25 de junio y es la mejor medalla de oro que he ganado y el más grande regalo de Dios que he recibido. Claro que tampoco dejé mis entrenamientos y hasta los últimos días estuve preparándome y eso me sirvió para tener un embarazo muy normal y tranquilo”, expresa con alegría inmensa la mejor luchadora ‘patriota’, en la categoría 55 kilogramos.
“Lo bauticé con el nombre de Diego porque sé que hay muchos deportistas famosos con ese nombre, como Maradona y Arturo, porque conozco que es un rey”, explica Marcia, mientras llena de caricias a su niño de escasos once meses de vida.
Lo que no sabe Marcia es que Diego también significa “que es muy instruido”, y es de origen griego. Igualmente, que Arturo quiere decir “fuerte como un oso” y su origen es celta. Y que en esta luchadora venezolana, se fusionan estos dos significados.
El fruto del amor de los dos excelentes luchadores del vecino país, vino para darle la “mejor de las suertes” a sus padres, en el XXXI Campeonato Panamericano de Lucha Olímpica, categoría mayores
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