Por: Roosevelt Castro B.http://www.elmundo.com/portal/deportes/mundo_deportivo/daniela_castillo_reina_del_tenis_de_mesa_juvenil.php
Es la número uno juvenil y la cuarta en mayores del ranking nacional del tenis de mesa. Sus excelentes participaciones la llevarán al Mundial de Holanda a principios del mes entrante, por ahora quiere entregar su talento en el XX Suramericano.
Es la número uno juvenil y la cuarta en mayores del ranking nacional del tenis de mesa. Sus excelentes participaciones la llevarán al Mundial de Holanda a principios del mes entrante, por ahora quiere entregar su talento en el XX Suramericano.
Por las venas de la bumanguesa María Daniela Castillo Castillo corren las raquetas chicas y las pelotas de 2,7 gramos. Nacida el 10 de junio de 1995, en el hogar del ingeniero civil Samuel Castillo y la ama de casa María Esperanza Castillo, y la hermana menor del estudiante de matemáticas, Federico, María Camila cuenta: “Mi papá era uno de esos “gomosos” de este deporte, quizás a eso se debió que mi hermano y yo siguiéramos sus pasos”, expresa la estudiante de décimo grado del colegió Quinta del Puente en Bucaramanga.
Pero es el profesor Juan Bernardo Toro el que la pule y le enseña las técnicas del manejo de la raqueta chica, en un deporte donde se exige mucha motricidad fina, muchos reflejos y mucha velocidad de reacción. “Yo guardo muchos recuerdos de las enseñanzas de Juan Bernardo pues, y aunque ya no está conmigo, fue el primero que creyó en mis capacidades, me inscribió en la Liga, me animó a entrenar, me enseñó los golpes básicos y me inculcó el amor por este deporte”, recuerda con memoria fotográfica Daniela.
Desde que tomó su primera raqueta en el 2003, cuando solo contaba con 8 años, la historia de la mejor tenismesista juvenil del país se ha escrito a punta de golpes de raquetas chicas. “El primer país que visité fue Paraguay cuando tenía once años. De allí me traje dos medallas de bronce”, expresa la raqueta chica número cuatro en el ranking nacional, categoría élite.
No le gustan las verduras y la comida chatarra. “Me gustan la carne asada, el mute, el sancocho, que extraño mucho cuando viajo”, dice entre risas la reina de la raqueta chica juvenil del país.
Habla de su aversión a las personas falsas, mentirosas e irrespetuosas.
Como todos los seres humanos, alberga sueños e ilusiones. “Mí sueño es salir a jugar en diferentes torneos del mundo, viajar mucho, conocer otras culturas y estar becada para ser una ingeniera como mi papá”, indica la cosmopolita tenismesista que, con el tenis de mesa, ya conoce a Chile, Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil, México.
A principios de mayo quiere dar el gran salto al Viejo Continente, para participar en el Mundial individual y de mayores de tenis de mesa, que se realizará en Rótterdam, Holanda. “Allí estaré al lado de Paula Medina, uno de mis ídolos en este deporte.”.
Es que su juego muy similar al de la vallecaucana y lo quiere exponer en este mundial, para llegar algún día las grandes ligas del tenis de mesa europeo. “Me gustaría jugar, como Paula ,en Alemania o Francia”, indica la tenismesista nortesantandereana.
Por lo pronto, la espera Envigado en el XX Campeonato Suramericano Infantil y Juvenil para seguir mostrando su talento y refrenado el por qué es al número uno de la raqueta chica en Colombia.
Pero es el profesor Juan Bernardo Toro el que la pule y le enseña las técnicas del manejo de la raqueta chica, en un deporte donde se exige mucha motricidad fina, muchos reflejos y mucha velocidad de reacción. “Yo guardo muchos recuerdos de las enseñanzas de Juan Bernardo pues, y aunque ya no está conmigo, fue el primero que creyó en mis capacidades, me inscribió en la Liga, me animó a entrenar, me enseñó los golpes básicos y me inculcó el amor por este deporte”, recuerda con memoria fotográfica Daniela.
Desde que tomó su primera raqueta en el 2003, cuando solo contaba con 8 años, la historia de la mejor tenismesista juvenil del país se ha escrito a punta de golpes de raquetas chicas. “El primer país que visité fue Paraguay cuando tenía once años. De allí me traje dos medallas de bronce”, expresa la raqueta chica número cuatro en el ranking nacional, categoría élite.
No le gustan las verduras y la comida chatarra. “Me gustan la carne asada, el mute, el sancocho, que extraño mucho cuando viajo”, dice entre risas la reina de la raqueta chica juvenil del país.
Habla de su aversión a las personas falsas, mentirosas e irrespetuosas.
Como todos los seres humanos, alberga sueños e ilusiones. “Mí sueño es salir a jugar en diferentes torneos del mundo, viajar mucho, conocer otras culturas y estar becada para ser una ingeniera como mi papá”, indica la cosmopolita tenismesista que, con el tenis de mesa, ya conoce a Chile, Venezuela, Ecuador, Perú, Brasil, México.
A principios de mayo quiere dar el gran salto al Viejo Continente, para participar en el Mundial individual y de mayores de tenis de mesa, que se realizará en Rótterdam, Holanda. “Allí estaré al lado de Paula Medina, uno de mis ídolos en este deporte.”.
Es que su juego muy similar al de la vallecaucana y lo quiere exponer en este mundial, para llegar algún día las grandes ligas del tenis de mesa europeo. “Me gustaría jugar, como Paula ,en Alemania o Francia”, indica la tenismesista nortesantandereana.
Por lo pronto, la espera Envigado en el XX Campeonato Suramericano Infantil y Juvenil para seguir mostrando su talento y refrenado el por qué es al número uno de la raqueta chica en Colombia.
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