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Con la seriedad y el respeto que caracteriza al pueblo tolimenense, su coterráneo, el polista Glicerio Andrés Vergara Arias, asume los entrenamientos y las indicaciones del “profe” Vladimir López, con miras a defender desde hoy los colores de Colombia en el Primer Suramericano de Polo Acuático, categoría sub-17, en Copacabana, Antioquia.
Esa disciplina con que acomete todos los actos de su vida y especialmente al deporte de sus afectos, lo han llevado a aplicar para una beca de estudios en Los Ángeles Valley Colleges. “Ya pasé todos los exámenes y todas las pruebas con los entrenadores. Estoy a la espera de cumplir los 17 años y para el segundo semestre de este año estaré allí estudiando ingeniería química”, expresa el joven waterpolista ibaguereño nacido el 26 de mayo de 1994.
Y para llegar allí, Glicerio contó con el apoyo incondicional de su familia. Sus padres Glicerio, médico ginecólogo, y Marta Rocío, enfermera en jefe, han sido los “culpables” que él asuma con gran compromiso los retos que le impone la vida. “Mis padres me han inculcado muchos valores, especialmente la disciplina para todo”. Es que las clases de Karate y Taekwondo que recibió cuando era un niño estudiante del Colegio Inglés, le sirvieron para respetar y acatar las normas. El habitante del barrio Calamber de Ibagué evoca sus inicios con el polo acuático. “Eso fue cuando yo tenía diez años y el profesor cubano al servicio de la natación tolimense, Gerardo Rodríguez, me vio las capacidades y me indujo a practicar esta bonita disciplina”.
De eso han transcurrido siete años y el boya colombiano ha sumado diferentes torneos que lo avalan como el hombre de más experiencia en el combinado nacional. “La primera salida fue a El Salvador cuando tenía 13 años. Un año después estuve en un Panamericano jugando con jóvenes cuatro años mayores; luego campeones en los Juegos Nacionales. Además he participado en torneos internacionales con el Club Los Ángeles Waterpolo de los Estados Unidos y un Suramericano en Lima, Perú”, expresa Glicerio, el degustador de toda clase de comidas, especialmente las de su folklore regional como los tamales y la lechona.
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