Es la tenismesista más destacada de Colombia. Caleña de nacimiento, sueca por “adopción”. Su vida a raquetazo limpio
Roosevelt Castro B.
Paula Andrea Medina Bermúdez transpira tenis de mesa por sus poros. Sí, la hija única del hogar conformado por los educadores Milner y Rubiela ha sido una mujer que a punta de raquetazo limpio ha sabido derrotar las huestes del menosprecio racial.
Es que eso de llegar al tenis de mesa internacional, especialmente al club sueco Mälarenergi, no es por cuestiones del azar. Recuerda cómo a los 8 años empieza a “encarretarse” con este deporte.
“Con mi padre, quien era director del Inder de Tuluá, me iba a jugar en los días de descanso. Así me fui encariñando con este deporte. Dos años después gané mi primera medalla en un torneo en Tuluá y eso me motivó más para seguir jugándolo y ahí me quedé”, afirma la mejor tenismesista colombiana.
A sus 22 años, tiene un rico palmarés deportivo. Campeona suramericana preinfantil, campeona latinoamericana infantil, campeona latinoamericana juvenil en los tres años en su categoría, dos veces campeona latinoamericana sub 21, tercera en mayores, triunfadora de dos circuitos mundiales y ganadora de la beca Jobs, que la llevó al exigente tenis de mesa sueco, hace 5 años; primero el Club Sport Wagen y luego al Mälarenergi, de la ciudad de Köping, Suecia.
Esta bachiller del Colegio Óscar Escarpetta de Cali, quien sueña con estudiar negocios internacionales, vive sola en un apartamento que paga su club en Suecia. Allí cocina lentejas, arroz, carne y fríjoles.
No le disgusta
Y por ser admiradora del tenis de mesa de la china Zhang Yining, sus compañeras de la selección Valle la llaman “Zhang” Paula. A ella no le disgusta el remoquete, lo que sí la enoja es la gente soberbia.
Durante la semana entrena fuertemente y compite los sábados o domingos, como la única extranjera de su equipo. Se defiende en inglés ya que habla poco el sueco. Lo único que dice es “hej jag spela Pingis”, que traduce: ¡hola, yo juego tenis de mesa!
La meta Olímpica
Paula Andrea vino a los pasados Juegos Suramericanos en Medellín, a superar la medalla de bronce obtenida en la octava versión realizada en Argentina, y aquí se colgó el oro.
En la final individual de “la raqueta chica” venció a la venezolana Fabiola Ramos, archifavorita y actual campeona de Odesur.
Con lágrimas de emoción calificó de ‘histórico’ su triunfo 4 a 3 ante la patriota.
Sus padres, Milner y Rubiela, lograron ver la gran gesta de su hija, en el Coliseo Rodrigo Pérez Castro de Medellín.
Viajaron desde su natal Tuluá y don Milner, a pesar de su limitación visual por un glaucoma que padece, logró gozarse la victoria de su primogénita y única hija.
Luego, los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Mayagüez, Puerto Rico, donde volvió a bañarse de oro.
Asimismo, y de vuelta a Europa, es contactada por el exigente tenis de mesa alemán. Es el equipo Fünshe 1vr el que la contrata para la primera temporada de este año. “Fue una experiencia muy enriquecedora”, manifiesta Paula.
Después de este Campeonato Nacional regresará a Suecia, para seguir exhibiendo su talento y volver a los Juegos Panamericanos, en busca de los puntos para llegar a los Olímpicos de Londres.
Ese es su sueño... a raquetazo limpio.
Es que eso de llegar al tenis de mesa internacional, especialmente al club sueco Mälarenergi, no es por cuestiones del azar. Recuerda cómo a los 8 años empieza a “encarretarse” con este deporte.
“Con mi padre, quien era director del Inder de Tuluá, me iba a jugar en los días de descanso. Así me fui encariñando con este deporte. Dos años después gané mi primera medalla en un torneo en Tuluá y eso me motivó más para seguir jugándolo y ahí me quedé”, afirma la mejor tenismesista colombiana.
A sus 22 años, tiene un rico palmarés deportivo. Campeona suramericana preinfantil, campeona latinoamericana infantil, campeona latinoamericana juvenil en los tres años en su categoría, dos veces campeona latinoamericana sub 21, tercera en mayores, triunfadora de dos circuitos mundiales y ganadora de la beca Jobs, que la llevó al exigente tenis de mesa sueco, hace 5 años; primero el Club Sport Wagen y luego al Mälarenergi, de la ciudad de Köping, Suecia.
Esta bachiller del Colegio Óscar Escarpetta de Cali, quien sueña con estudiar negocios internacionales, vive sola en un apartamento que paga su club en Suecia. Allí cocina lentejas, arroz, carne y fríjoles.
No le disgusta
Y por ser admiradora del tenis de mesa de la china Zhang Yining, sus compañeras de la selección Valle la llaman “Zhang” Paula. A ella no le disgusta el remoquete, lo que sí la enoja es la gente soberbia.
Durante la semana entrena fuertemente y compite los sábados o domingos, como la única extranjera de su equipo. Se defiende en inglés ya que habla poco el sueco. Lo único que dice es “hej jag spela Pingis”, que traduce: ¡hola, yo juego tenis de mesa!
La meta Olímpica
Paula Andrea vino a los pasados Juegos Suramericanos en Medellín, a superar la medalla de bronce obtenida en la octava versión realizada en Argentina, y aquí se colgó el oro.
En la final individual de “la raqueta chica” venció a la venezolana Fabiola Ramos, archifavorita y actual campeona de Odesur.
Con lágrimas de emoción calificó de ‘histórico’ su triunfo 4 a 3 ante la patriota.
Sus padres, Milner y Rubiela, lograron ver la gran gesta de su hija, en el Coliseo Rodrigo Pérez Castro de Medellín.
Viajaron desde su natal Tuluá y don Milner, a pesar de su limitación visual por un glaucoma que padece, logró gozarse la victoria de su primogénita y única hija.
Luego, los Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Mayagüez, Puerto Rico, donde volvió a bañarse de oro.
Asimismo, y de vuelta a Europa, es contactada por el exigente tenis de mesa alemán. Es el equipo Fünshe 1vr el que la contrata para la primera temporada de este año. “Fue una experiencia muy enriquecedora”, manifiesta Paula.
Después de este Campeonato Nacional regresará a Suecia, para seguir exhibiendo su talento y volver a los Juegos Panamericanos, en busca de los puntos para llegar a los Olímpicos de Londres.
Ese es su sueño... a raquetazo limpio.
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