La solidaridad, el respeto, la tolerancia, y la amistad son algunos de los muchos valores que poseen los primos Sebastián (izquierda), Yerson (centro) y Alejandro (derecha), que quieren mostrar en la XXII versión del Clásico de Ciclismo Infantil.Yerson Alexánder González Bravo, Alejandro Ramírez Bravo y Sebastián Granada Ramírez son primos, que esperan el domingo 24 de julio para darle pedal a la ilusión de competir en el Clásico de Ciclismo Infantil del Periódico EL MUNDO.
Por: Roosevelt Castro B.
"Uno para todos y todos para uno” es la frase de batalla que sueltan al aire Athos, Porthos y Aramis, protagonistas de “Los tres mosqueteros”, una de las obras cumbres del escritor francés Alejandro Dumas.
Al igual que la novela histórica de Dumas, Yerson Alexánder, Alejandro y Sebastián pregonan esa cita. Asimismo, viven en París, pero en Bello, y conforman esa tripleta de mosqueteros que le quiere dar pedal a los valores.
El D’Artagnan de este relato sería Samuel, el sobrino de Alejandro, quien a sus 6 meses de edad quiere convertirse en el nuevo mosquetero del ciclismo el año entrante; por lo pronto disfruta de la fiesta de bautizo que le hicieron sus padres y abuelos paternos hace pocos días.
Yerson es el novato del grupo. Con once años, nombre y apellido de futbolista quiere mostrar su talento. “Me animé porque mi primito Alejandro me contaba muchas cosas de eso”, dice tímidamente. “La bicicleta con que voy a competir fue un traído del Niño Dios hace tres años”, recalca el pequeño párvulo, estudiante de tercero de primaria en la Institución Educativa Barrio París, sección C.
Alejandro, al igual que Yerson, tiene once años y estudia cuarto de primaria en la misma Institución Educativa. “Yo competía en una bicicletica muy pequeña de mi primo Sebastián, hasta que el año pasado unos tíos me dieron una nueva como regalo de mi primera comunión”, expresa el jovencito, mientras coge nerviosamente su correa. “Quiero ganar esta competencia porque el año pasado me fue muy mal”, dice el niño.
Sebastián es el más pequeño de los niños. Tiene cuatro años y al igual que su primo Alejandro, lleva tres versiones del Clásico de Ciclismo Infantil. “Siempre veíamos por televisión la carrera y un día le dije a mi esposo que cuando tuviéramos un niño lo íbamos a llevar y lo cumplimos”, comenta orgullosa la joven mamá de Sebastián.
“Mi bicicleta me la regaló Papito Dios y tenía 4 ruedas y se la presto a mi primo Alejandro”, dice con vehemencia Sebastián. Estudia Jardín 2 en el Hogar Infantil Gorriones. “Allí estoy aprendiendo muchas cosas, como la importancia de cuidar el planeta”, argumenta de manera ecológica, sin inmutarse y sin ningún rasgo de timidez el hijo de John Mario y de Isabel Cristina.
Ahora, estos tres mosqueteros de las bielas quieren luchar por los valores y refrendar la famosa frase del libro de Dumas, en la mejor competencia ciclística para niños del mundo.
Al igual que la novela histórica de Dumas, Yerson Alexánder, Alejandro y Sebastián pregonan esa cita. Asimismo, viven en París, pero en Bello, y conforman esa tripleta de mosqueteros que le quiere dar pedal a los valores.
El D’Artagnan de este relato sería Samuel, el sobrino de Alejandro, quien a sus 6 meses de edad quiere convertirse en el nuevo mosquetero del ciclismo el año entrante; por lo pronto disfruta de la fiesta de bautizo que le hicieron sus padres y abuelos paternos hace pocos días.
Yerson es el novato del grupo. Con once años, nombre y apellido de futbolista quiere mostrar su talento. “Me animé porque mi primito Alejandro me contaba muchas cosas de eso”, dice tímidamente. “La bicicleta con que voy a competir fue un traído del Niño Dios hace tres años”, recalca el pequeño párvulo, estudiante de tercero de primaria en la Institución Educativa Barrio París, sección C.
Alejandro, al igual que Yerson, tiene once años y estudia cuarto de primaria en la misma Institución Educativa. “Yo competía en una bicicletica muy pequeña de mi primo Sebastián, hasta que el año pasado unos tíos me dieron una nueva como regalo de mi primera comunión”, expresa el jovencito, mientras coge nerviosamente su correa. “Quiero ganar esta competencia porque el año pasado me fue muy mal”, dice el niño.
Sebastián es el más pequeño de los niños. Tiene cuatro años y al igual que su primo Alejandro, lleva tres versiones del Clásico de Ciclismo Infantil. “Siempre veíamos por televisión la carrera y un día le dije a mi esposo que cuando tuviéramos un niño lo íbamos a llevar y lo cumplimos”, comenta orgullosa la joven mamá de Sebastián.
“Mi bicicleta me la regaló Papito Dios y tenía 4 ruedas y se la presto a mi primo Alejandro”, dice con vehemencia Sebastián. Estudia Jardín 2 en el Hogar Infantil Gorriones. “Allí estoy aprendiendo muchas cosas, como la importancia de cuidar el planeta”, argumenta de manera ecológica, sin inmutarse y sin ningún rasgo de timidez el hijo de John Mario y de Isabel Cristina.
Ahora, estos tres mosqueteros de las bielas quieren luchar por los valores y refrendar la famosa frase del libro de Dumas, en la mejor competencia ciclística para niños del mundo.
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