Especial para EL MUNDO
Tiene 35 años de edad pero no se considera un anciano del ciclismo. Marlon Alirio Pérez todavía mantiene intacta la sana arrogancia de un campeón del mundo, y hasta se atreve a pelear, a sus años, un título de Vuelta a Colombia. “Me siento muy bien físicamente y he mejorado en la montaña”, dice el antioqueño, criado y formado en Támesis, Suroeste antioqueño.
Marlon fue tercero de la Vuelta a Antioquia, carrera en la que sorprendió, al disputar codo a codo con Óscar Sevilla la cronoescalada a Santa Elena. Quería mantenerse alejado del foco de la prensa y de sus rivales, pero le fue imposible. Tiene la etiqueta de favorito pegada a su camiseta.
“A mí esas cosas no me pesan, ya tengo 35 años, no soy un niño. Entre más favoritismo mejor”, expresa el ex campeón mundial de la prueba por puntos.
El gran ciclista de Támesis, quien pasó siete años en Europa y quien el año pasado ganó once etapas en la temporada, sabe que para ganar la Vuelta a Colombia debe vencer a durísimos ruteros como Óscar Sevilla, Sergio Luis Henao, Jánier Acevedo, Félix Cárdenas, Giovanny Báez y Juan Pablo Suárez. Además, debe vencerlos en la montaña. “He mejorado mucho subiendo, pero en Colombia hay 14 o 15 mejores escaladores que yo. Creo que debo ser muy inteligente en cada etapa, recolectando segundos donde ellos menos lo esperan”, dice el campeón de la montaña de la Vuelta a Antioquia.
Marlon tiene el récord de más etapas ganadas en una sola temporada en Colombia, 21 en 2002 con el Orbitel de Raúl Mesa. Su palmarés es amplio y lleno de conquistas, sin embargo, considera que en Colombia no lo tratan como se lo merece. A él, de todas formas, todo le resbala. “Yo estoy acostumbrado a lidiar con las envidias y los rechazos, eso no me incomoda”, sentencia.
Todo un equipo
La nómina del GW Shimano no es quizá la más fuerte del país, pero sí una de las más unidas y sacrificadas. En ella, Marlon deberá encontrar el apoyo para lograr sus objetivos. “Tenemos una nómina muy joven, con muchos menores de 26 años. Este equipo se destaca por las ganas que tiene de salir adelante”, apunta.
Sobre sus compañeros Félix Cárdenas y Hernán Buenahora, Pérez comenta: “Félix es el ‘capo’ del equipo, de eso no quedan dudas. Hernán ha venido trabajando silenciosamente y le dará una sorpresa a más de uno”.
De estrella y campeón del mundo, Marlon Pérez ha pasado a ser un ciclista más del lote colombiano. Está en un equipo con estrecho presupuesto, pero que lo ha tratado a las mil maravillas. “Yo soy humilde. Yo comencé yendo a carreras montado en una volqueta, y si me toca volver a hacerlo no tendré problema”, dice.
Marlon Pérez, un indiscutible del pelotón nacional, un favorito de la gente, y ahora, de la Vuelta a Colombia. Muchos han querido retirarlo prematuramente, pero él sigue ahí, firme ante la batalla de todos los días y de todas las carreteras. “Mi retiro debió haber sido hace dos años, y aquí estoy… y aquí me quedo”.
Tiene 35 años de edad pero no se considera un anciano del ciclismo. Marlon Alirio Pérez todavía mantiene intacta la sana arrogancia de un campeón del mundo, y hasta se atreve a pelear, a sus años, un título de Vuelta a Colombia. “Me siento muy bien físicamente y he mejorado en la montaña”, dice el antioqueño, criado y formado en Támesis, Suroeste antioqueño.
Marlon fue tercero de la Vuelta a Antioquia, carrera en la que sorprendió, al disputar codo a codo con Óscar Sevilla la cronoescalada a Santa Elena. Quería mantenerse alejado del foco de la prensa y de sus rivales, pero le fue imposible. Tiene la etiqueta de favorito pegada a su camiseta.
“A mí esas cosas no me pesan, ya tengo 35 años, no soy un niño. Entre más favoritismo mejor”, expresa el ex campeón mundial de la prueba por puntos.
El gran ciclista de Támesis, quien pasó siete años en Europa y quien el año pasado ganó once etapas en la temporada, sabe que para ganar la Vuelta a Colombia debe vencer a durísimos ruteros como Óscar Sevilla, Sergio Luis Henao, Jánier Acevedo, Félix Cárdenas, Giovanny Báez y Juan Pablo Suárez. Además, debe vencerlos en la montaña. “He mejorado mucho subiendo, pero en Colombia hay 14 o 15 mejores escaladores que yo. Creo que debo ser muy inteligente en cada etapa, recolectando segundos donde ellos menos lo esperan”, dice el campeón de la montaña de la Vuelta a Antioquia.
Marlon tiene el récord de más etapas ganadas en una sola temporada en Colombia, 21 en 2002 con el Orbitel de Raúl Mesa. Su palmarés es amplio y lleno de conquistas, sin embargo, considera que en Colombia no lo tratan como se lo merece. A él, de todas formas, todo le resbala. “Yo estoy acostumbrado a lidiar con las envidias y los rechazos, eso no me incomoda”, sentencia.
Todo un equipo
La nómina del GW Shimano no es quizá la más fuerte del país, pero sí una de las más unidas y sacrificadas. En ella, Marlon deberá encontrar el apoyo para lograr sus objetivos. “Tenemos una nómina muy joven, con muchos menores de 26 años. Este equipo se destaca por las ganas que tiene de salir adelante”, apunta.
Sobre sus compañeros Félix Cárdenas y Hernán Buenahora, Pérez comenta: “Félix es el ‘capo’ del equipo, de eso no quedan dudas. Hernán ha venido trabajando silenciosamente y le dará una sorpresa a más de uno”.
De estrella y campeón del mundo, Marlon Pérez ha pasado a ser un ciclista más del lote colombiano. Está en un equipo con estrecho presupuesto, pero que lo ha tratado a las mil maravillas. “Yo soy humilde. Yo comencé yendo a carreras montado en una volqueta, y si me toca volver a hacerlo no tendré problema”, dice.
Marlon Pérez, un indiscutible del pelotón nacional, un favorito de la gente, y ahora, de la Vuelta a Colombia. Muchos han querido retirarlo prematuramente, pero él sigue ahí, firme ante la batalla de todos los días y de todas las carreteras. “Mi retiro debió haber sido hace dos años, y aquí estoy… y aquí me quedo”.
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